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VIVIR LA VIDA DE CARA A LA GALERÍA ES VIVIR LA VIDA DE OTROS.

By Cosnciencia, Desarrollo Personal, Desarrollo Profesional 57 Comments

Así de claro y así de diáfano. Tan claro como que todos, en algún momento dado de nuestras vidas, hemos estado viviendo preocupados por la aprobación o el beneplácito de los demás. A esta situación, provocada por los miedos más básicos (no ser aceptado y no ser suficiente) yo la califico como “estar viviendo de cara a la galería”. Es decir, ser incapaz de vivir la vida que a ti realmente te gustaría vivir.

Cuando miro hacia atrás puedo ver que mi vida ha estado totalmente condicionada por esta situación absurda y que de manera inconsciente condicionaba también cada acción y decisión que tomaba. Por eso creo, ahora que he hecho un trabajo interior importante y he tomado consciencia de las pesadas cadenas que llevaba a rastras, que puedo aportarte un poco de luz para que, desde ahora mismo, empieces a vivir tu vida y no la de los demás. Con ello, estoy seguro que me entiendes, no te digo que nades siempre a contracorriente pero si que busques tu propio río, el viento que más te guste y empieces a navegar de manera ecológica hacia la vida que tu realmente deseas.

Dependiendo de la cantidad de tiempo que lleves viviendo la vida de cara a la galería necesitarás dos cosas fundamentales para liberarte de esas cadenas:

La primera es ser honesto contigo mismo y decirte siempre la verdad. Recuerda que tu cerebro ya tiene integrada hasta la médula espinal la capacidad de construir historias que refuercen esas conductas cotidianas. Y aunque no te gusten o no te lleven a buen puerto tu cerebro se encargará del trabajo sucio para que las adoptes como normales.

La segunda es la perseverancia y la constancia para pasar el tiempo que sea menester adoptando otra manera distinta de pensar y de sentir. Recuerda que estás intentando quitarle el sitio en tu cuerpo a algo que lleva mucho tiempo, seguramente años, acompañándote y condicionándote allá donde vas.

Recuerda cuantas veces te han dicho tus seres queridos o a los que tu dabas cierta autoridad que “esto no se podía hacer, que no era para ti”. Que “lo que te gusta es para ricos”. Que “solo los elegidos llegan”. Son tantos y tantos los ejemplos que podría ponerte que prefiero omitirlos para no hacerte de nuevo consciente de todas las “dificultades impuestas” que conlleva perseguir tus sueños y vivir la vida que tú mereces.

Aunque también podría, dado el caso que nos ocupa, poner millones de ejemplos de personas que, sin recursos materiales, económicos ni físicos han alcanzado lo que un día se propusieron. ¿Cuál es el misterioso motivo por el cual ellos sí y tu no?

Seguramente hay en nuestra vida muchos acontecimientos que van condicionando nuestra manera de pensar, de sentir y de actuar y nos convierte en actores de una vida que ni es la nuestra ni es la que nos merecemos. Sin ser conscientes, nos vemos viviendo una vida que no es la que nos gustaría vivir en aquel preciso instante.

Al final creemos que somos o debemos ser un tipo de personas que, ni somos, ni deberíamos ser jamás. Todos estos acontecimientos que son vividos de una forma inconsciente van formando nuestros miedos y nuestro sistema de creencias los cuales, a la larga, se revelan en forma de ego para seguir viviendo una vida que no es la nuestra y no es la que deseamos. Aquí ya te has convertido en el personaje y has ocultado (que no perdido) tu verdadera esencia.

Revélate de una vez contra ti mismo. Hazlo con la más absoluta sinceridad y honestidad hacia lo que quieres y lo que te mereces ser. Deja de mirar por el retrovisor cuando caminas, pon rumbo a tu destino y ves a por tu misión en esta vida. Elije tú los caminos por los cuales te gustaría transitar. Este equipaje si es el tuyo verdaderamente. Ahora, realmente, vas cargado de amor por lo que anhelas y no por el miedo que te hace huir de lo que no quieres ser.

Cuando alguien creo la frase de “valió la pena” seguro que lo hizo desde el miedo. Un miedo  que le hizo transitar un camino lleno de penas hasta llegar a su objetivo habiendo pasado una vida de mierda. Ahora depende de ti que puedas decir que tu vida “ha valido la alegría”.

Las 7 Leyes Espirituales del éxito – Deepak Chopra

By Cosnciencia, Desarrollo Personal, Desarrollo Profesional 50 Comments

Ahora que empieza el año lleno de buenas intenciones y grandes objetivos os recomiendo esta película/documental cuyo contenido llevo utilizándolo durante casi todo el pasado 2016 y que realmente a mi me funciona.

Os invito a que invirtáis 63 minutos en un GRAN APRENDIZAJE.

Felices proyectos a todos!

https://www.youtube.com/watch?v=xdatXS_fNGA&t=1s

CUENTATE VERDAD

By Cosnciencia, Desarrollo Personal, Desarrollo Profesional No Comments

Una de las reglas básicas para que las cosas te funcionen como tú esperas es contarte la verdad. Los seres humanos somos especialista y muchas veces inconscientemente en buscar y encontrar excusas y grandes justificaciones a nuestros actos que lo que hacen precisamente es ocultar la verdad.

Tenemos que pensar que nuestro cerebro primitivo tenía una única función que era la supervivencia. Para ello todavía a día de hoy nuestro cerebro es “especialista” en dos cosas:

1.- Reaccionar ante el peligro

2.- Gastar la mínima energía posible.

La primera de ellas es estar alerta frente a los diferentes peligros que pueda detectar el propio cerebro y actuar en consecuencia. Es decir, huir, esconderse o atacar (de todo ello hablaremos la semana que viene)

Pero la que más nos importa por el tema de hoy es la segunda. Nuestro cerebro está pensado para hacer el mínimo gasto energético posible para tener mayor posibilidad de sobrevivir. Te puede parecer a día de hoy un absurdo pero el cerebro es lo que menos ha evolucionado con el paso de la historia en comparación con nuestro entorno.

El gastar poca energía para nosotros implica sobretodo una cosa que es la de mantenerse en la zona de confort  es decir la zona segura. ¿Y que implica esto? ¿Qué consecuencias puede tener para nosotros? Pues que siempre buscará y encontrará algo que justifique sus decisiones cuando estás sean negativas para nosotros a pesar de saberlo.

Y me explico:

Cada acción que dejemos de hacer por   miedo, por pereza, por incertidumbre, por indecisión y cuantas más cosas quieras pensar ahora y a pesar de saber que para tener éxito deberíamos estar haciendo lo contrario, tu mente encontrará la justificación perfecta. Y lo más jodido de todo ello es que ya lo haces de manera inconsciente por lo que crees que esa justificación o excusa es la realidad única y verdadera. ¿Qué paradoja verdad?

Es decir y en pocas palabras: “Te estás contando milongas a ti mismo y sin saberlo” ¿Cómo vamos a poder cambiar si ni siquiera somos conscientes  que nos estamos engañando? Estamos convirtiéndonos en la realidad que encaja como un guante a nuestras actuaciones, sin más. Nos estamos convirtiendo en la mentira sin opción a rectificar por desconocimiento de la propia falsedad.

Deja de dar la culpa a la crisis, al momento actual, a los políticos, a tus jefes, a tus empleados y cuéntate la verdad de una puta vez. Tú y solo tú eres el responsable único y último de tus resultados, nadie más. Asume tu responsabilidad como no puede ser de otra manera y aquí estarás empezando a contarte verdad. Cuando asumes la responsabilidad de que tú eres el responsable único de tus resultados estás empezando por lo primero, por contarse la verdad.

Pregúntate como otras personas en tu misma situación han salido adelante, porque tiene éxito en las mismas circunstancias y en los mismos entornos, porque un día despidieron a su jefe o porque decidieron y consiguieron que sus empresas fueran lugares de éxito en todos los sentidos.  Todas esas personas tienen un denominador común y es que se dicen y se cuentan verdad.

Ten mucho ojo porque cuando coges la habilidad de contarte mentiras sin prestar atención se convierte en un hábito y al final tu realidad se convierte en tu realidad personal. Es así como funciona nuestro cerebro. Y ten mucho cuidado porque llegará un momento que no distinguirás entre verdad y mentira, realidad virtual o realidad “analógica”.

Es muy importante que tomes consciencia aquí y ahora de la responsabilidad que tienes para asumir el control y los resultados de todos tus actos. Las personas tenemos la capacidad de decidir siempre es decir, el libre albedrio puesto en marcha. Pero cuando decides desde la mentira estás decidiendo desde el miedo y esto, no solo te resta energía sino que además te resta potencial.

Pero al igual que te he dicho antes, también tienes la capacidad de decidir que esto puede cambiar. Actúa con responsabilidad única y máxima, ancla un compromiso para nunca más poner excusas sino lograr soluciones, frente a determinadas dificultades disfruta de alcanzar el éxito en superarlas y sobre todas las cosas asume que tus resultados son siempre fruto de tus decisiones y que el único responsable eres tú.

Contarse verdad es algo simple pero que los seres humanos lo hemos convertido en ocasiones en hazaña. Además cuando empieces a contarte verdad y a prescindir de cualquier equipaje de excusa y miedo empezarás a sentirte mejor, más liviano, más creativo y serás parte de la solución y no del problema.

Espero que haya servido como disparador de la verdad con este post.

 

Un fuerte abrazo!

LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO

By Cosnciencia, Desarrollo Profesional, Organizacion One Comment

Lo admito. Estoy de lleno en el estudio y puesta en práctica de esta Ley y te quiero hablar porque pienso que puede serte útil a la hora de emprender y trabajar sobre tu proyecto.

Lo primero que debo decirte es que abandones las creencias que tienes sobre el enunciado y deja fluir tu pensamiento, al menos, durante la lectura de este post. Dichos como: «trabaja duro y obtendrás resultados», «sin sacrificio no hay beneficio», «solo esforzándote llegarás donde quieras» son dichos demasiado antiguos como para asumirlos a día de hoy, al menos en un 100%. Y me explico:

La Ley del mínimo esfuerzo dice que hagamos lo que debamos hacer pero sin forzar. Es decir, hagamos todo lo que tengamos previsto hacer pero sin poner tanto el foco en el resultado y si en el placer del proceso que, dicho sea de paso, es donde debería residir la verdadera abundancia ya que es el tiempo donde pasamos más tiempo. La ley del mínimo esfuerzo nos dice también que aprendamos a dejar ir nuestro trabajo y fluyamos con el sin tener la mente puesta únicamente en el resultado teniendo en cuenta que siempre nos vemos «forzados» a conseguir aquello que nos mandan o nos mandamos. En el resultado reside el esfuerzo fruto del miedo, en el proceso puede residir el placer de hacer lo que quieras y tengas que hacer.

Aplicar esta ley no es dejar de trabajar, dejar de hacer lo que tengas que hacer y mucho menos hacer menos de lo que realmente deberías y sabes que debes hacer. Aplicar la Ley del mínimo esfuerzo es dejar de obsesionarte con el resultado para disfrutar del proceso. Es sentir y vivir cada paso como el premio que inevitablemente nos llevará a la meta. Es vivir, si te puedes dar cuenta de ello, en la más absoluta abundancia.

Si, se lo que estarás pensando, pero ya te digo que son fruto de tus ancestrales creencias. Yo mismo estoy, como te dije, en pleno proceso de aplicar esta Ley pero mis resultados me dicen que esta Ley, como muchas otras no tiene fallo. Es pura lógica y puro sentido común.

Cuando nos aferramos a un resultado lo hacemos todo proyectados a futuro y normalmente con miedo del pasado por si pudiera ser que el resultado no fuera el esperado. Esto nos hace hacer más y más,  pensando que a más hacer más recibir y lo único que estamos creando es un desequilibrio interno que inevitablemente nos va a llevar a no disfrutar del camino (eso por descontado) y muy probablemente, debido a nuestro estado, a no conseguir aquello que deseamos.

Es más ¿realmente vale la pena obtener un buen resultado a costa de un mal proceso? ¿realmente la abundancia es conseguir cosas e inmediatamente ir a por otras nuevas? ¿cuánto tiempo de nuestras vidas estaremos desperdiciando en los procesos por momentos efímeros de alegría? ¿realmente no vemos el desequilibrio?

Esta Ley te mantiene conectado siempre, con esta Ley disfrutas todo el tiempo ya que con esta Ley lo importante y lo realmente abundante es el «aquí» y «ahora» y no el después camuflado del resultado.

Podrás «trabajar» más horas que nadie en tu proyecto o en mejorar tus servicios pero cuando estás poniendo en práctica la Ley del mínimo esfuerzo estarás en ese mismo instante alcanzando tu verdadero objetivo, el objetivo de ser feliz ya que cuando uno se siente conectado es cuando ofrece lo mejor de sí, es cuando pasan las horas sin esfuerzo y es cuando los resultados, inevitablemente llegan y llegan de la mejor manera.

No estoy hablando de falta de horas de trabajo, ni de falta de dedicación, sino de esfuerzo. De querer hacer más de lo que realmente debes hacer y de hacerlo de una manera forzada para provocar unos resultados que inevitablemente llegarán aplicando esta Ley.

Ahora tú decides. Tú decides si seguir viviendo proyectado a futuro con experiencias del pasado y que esto te haga recorrer toda el camino sin cambiar de marcha, o pasado de revoluciones. O por el contrario,  hacer lo que tengas que hacer, desapegarte del resultado, apreciar lo abundante del proceso y dejar que tu trabajo siga su curso.

Te lo digo por experiencia propia; no es fácil romper con el patrónn y con las creencias del esfuerzo. No es fácil domesticar nuestro cuerpo y nuestra mente leyendo una agradable lectura  a las 10 de la mañana cuando todo el mundo está currando. No es fácil decir a las personas que te rodean que estás cambiando la manera de trabajar. Pero tampoco es entendible pasarse la mitad de nuestra vida persiguiendo fines y no disfrutando de nuestros medios.

Sé que me entiendes y que entenderás que no estoy hablando de ser un holgazán. Abre tu mente y déjate espacio para ponerlo en práctica como yo lo estoy haciendo. Nuestra naturaleza no es trabajar todo el día y como dice mi admirado Sergio Fernández esto de trabajar y esforzarse tanto es un pura invención humana. No hay otro ser vivo en el planeta que lo hago. Como en muchos casos vamos contra natura.

Te iré contando mis resultados pero creía interesante compartir mi experiencia personal como emprendedor contigo aplicando la Ley del mínimo esfuerzo.

LA HERRAMIENTA QUE LO CAMBIA TODO

By Cosnciencia, Desarrollo Profesional No Comments

Te estarás preguntando cual es esa poderosa herramienta con capacidad para cambiarlo todo, tanto en tu mundo interno como en tu mundo externo. Pues bien, es algo que siempre ha estado allí y que de hecho está y estará allí para todo aquel que quiera hacer uso de ello.  La mejor herramienta que puedo recomendarte para ser mejor persona y ser a la vez mejor profesional es LA FORMACIÓN.

Como bien sabrás ya a estas alturas soy un apasionado de la formación, es decir, un cursillista profesional. En los últimos años he ido de aquí para allá formándome sin parar y me están ocurriendo algunas  cosas muy curiosas que quiero compartir contigo hoy si me permites:

La primera y principal es reconocer de primera mano que la sabiduría te hace libre. Ya he repetido hasta la saciedad y seguro que tú me lo habrás leído que estamos ya inmersos en un cambio de modelo bestial a todos los niveles. Estamos metidos de lleno en la era de la información y del conocimiento. Hoy día quien tenga información y conocimiento y sepa cómo ponerlo de la mejor manera posible al servicio de los demás, me aventuro a asegurarle un muy buen futuro.

Al estar de lleno en la era del conocimiento y la información se te acabaron la excusas amigo mío para estar aprendiendo constantemente. Ya no hay excusa ni de tiempo ni de dinero lo cual, dicho sea de paso, jamás deberíamos haberlo aceptado como excusa. Y digo esto porque solo hace falta pasearte por la redes y encontrarás un montón de información muy valiosa sobre aquello que busques y de forma totalmente gratuita. Los grandes lo saben y por eso regalan su conocimiento y su «expertise» sin ningún tipo de miedo. Precisamente esto es lo que les hace grandes al contrario de quien se guarda cosas solo para él con una mentalidad de escasez total Y de esto puedes aprovecharte tu.

También te recomiendo que dejes un 10% anual de tu presupuesto para educación y formación «no gratuita». Si tuviera que hacerte un trazado hacia tu libertad te diría que invirtieras un 5% en aquello que haces (profesión) y otro 5% en aquello que te inquiete (aficiones, desarrollo personal u otra cosa). No te imaginas solo con esta partida presupuestaría tan pequeña los beneficios que puede reportarte a medio/largo plazo.

Y para acabar te invito a que te formes con los mejores. No escatimes. El conocimiento que tienen los que ya han logrado aquello que tu desearías lograr es un conocimiento que no tiene valor, es sencillamente incalculable. Lo que aportan las personas que ya tienen éxito es mucho más que la parte teórica del asunto. Aportan algo fundamental y que tu puedes modelar inteligentemente, su experiencia. Un experiencia que puede propulsar tus resultados si sabes cómo administrarla y una experiencia que puede evitarte transitar por muchos caminos espinosos por donde otros transitaron y que hoy, ellos mismos, te están diciendo como no cometer el mismo error.

Me he recorrido cientos de kilómetros estos últimos años y pienso seguir haciéndolo. Además te lo admito, me he  equivocando en alguna ocasión. Yo soy de los que invierte un pelín más del 10%,  pero si algún pecado debes cometer en tus finanzas (sin ponerlas en peligro como en ocasiones hice yo) es en el área de educación.

¿Sabes el legado que puedes llegar a dejar a tus seres más queridos cuando seas tu mejor versión, tanto profesional como personal? Solo por ello vale treméndamente la alegría formarte.

Vender ¿miedo o diversión?

By Desarrollo Profesional One Comment

Te has parado a pensar en alguna ocasión porque a muchas de las personas que tienen algún producto o servicio que ofrecer al mercado les da miedo vender y en cambio a otras les encanta hacerlo.

Hoy quiero hablarte de algo fundamental para que tu negocio pueda ser un negocio próspero y pueda convertirse en un negocio de largo recorrido: la venta.

La venta, una palabra que crea en la mente humana una «bi-polaridad» curiosa y una dualidad en ocasiones más que divertida.

En realidad la venta no es más que uno de los procesos por los que debe pasar el futuro de nuestra empresa o proyecto. Es una escalón más en el engranaje de idear, construir, desarrollar y vender. El problema surge en muchas ocasiones cuando le damos a la venta un papel más importante del que le corresponde o mejor dicho cuando le atribuimos a la venta el papel del «malo de la película».

Para mí hay una premisa básica que debes tener en cuenta a la hora de ofrecer tus productos o servicios y pedir un valor por ellos y es el siguiente: «vender es servir». Con esta máxima es imposible que tengas miedo a la venta.

Cuando integramos la afirmación de «vender es servir» estamos enviándole un mensaje claro a nuestro subconsciente y es el de que alguien allí a fuera estará encantado de recibir nuestro producto o servicio porque le va a solucionar algún tipo de problema. Bajo esta máxima es imposible pensar otra cosa sobre la venta que no sea positivo.

Si en ocasiones asociamos venta a algo malo o a algún tipo de engaño es porque en nuestro subconsciente hemos ido almacenando creencias y valores que hablaban precisamente no muy bien de la venta.

¿Te resultan familiares  alguna de estas afirmaciones? «Este le quiere vender la moto» o «a ver que me quiere vender este» o «aquí hay gato encerrado». Todas estas afirmaciones y muchas más han sido asociadas a la venta de tal manera que en muchas ocasiones han ido calando en nuestro subconsciente hasta ser convertido por nuestra parte en una verdad. Y de allí el temor o el rechazo a la venta.

La venta nada tiene que ver con el engaño. Repito «vender es servir». El engaño es eso, un engaño. Y engaños hay en todos los ámbitos de la vida y no solo en el ámbito de la venta.

Ten en cuenta que la venta es un intercambio de dos cosas. Por un lado tu ofreces a alguien que lo necesita tu producto o servicio y la otra persona, a cambio, te de otra cosa que es la que tú necesitas. Es más, ten en cuenta que como más valor recibas tu a cambio de tus servicios mejor profesional podrás ser a medida que vaya pasando el tiempo y puedas ir re-invirtiendo parte de tus beneficios en formación.

¿Te imaginas tu casa sin muebles, sin televisor, sin agua o sin cualquier cosa que tú has solicitado para obtener un mayor bienestar y has hecho un intercambio por ello? Alguien te facilito algo   que para ti era de valor y a  cambio tu ofreciste otra cosa llamada dinero. Ten en cuenta, dicho sea de paso, que el dinero, al igual que el resto de cosas de cualquier intercambio es solo energía y como tal la tienes que tratar.

Al dinero le hemos dado un papel capital en nuestra sociedad hasta tal punto que a muchas personas les cuesta vender porque creen (equivocadamente) que le están quitando algo de mucho valor, como es el dinero, a otra persona. El dinero no es ni más ni menos que una de las herramientas que utilizamos para los intercambios de valor. Es algo que entre todos hemos consensuado para poder percibir productos o servicios y pode pagar un valor por ellos.

El dinero, querido lector, tiene dos tipos de valor: uno es el que realmente el mercado dice que vale (real)  y otro es el que nosotros creemos que tiene (subjetivo). El subjetivo es el que tienes que revisar si tiene mucho peso es tu sistema de creencias y valores.

Si estás convencido que tu producto o servicio puede ayudar a alguna persona a solucionar un problema no dudes en poner en valor aquel producto o servicio ya que sin el intercambio de la venta seguramente no lo podrás seguir prestando y entonces la sociedad se perderá algo de mucho valor que tú tienes para ofrecer.

Vender es servir y nunca engañar. Como te dije con anterioridad, engañar es engañar y nada tiene que ver con la venta.

Revisa tu sistema de creencias y de valores si la venta no te gusta o te da miedo. Piensa, busca y encuentra que experiencias negativas has podido tener en algún momento de tu vida con la venta o con cualquier intercambio donde hubiera el dinero metido por en medio. Analiza que ocurrió y porque has configurado esa imagen del dinero o de la venta. Después ponte a pensar totalmente lo contrario. Piensa cuantas cosas  has podido solucionar gracias al intercambio (venta) y gracias al dinero y que sería de nosotros hoy en día sin la venta.

Estamos todo el tiempo vendiendo. Tanto si eres trabajador, como emprendedor, como empresario como si estás en el paro necesitas vender. Venderte a ti mismo, a tus productos o a tus servicios. Incluso en el ambiente menos «mercantilista» estamos vendiendo. Cuando haces un trato con tus hijos estás vendiendo, cuando llegas a un acuerdo con algún amigo estás vendiendo. Solo que aquí no está el dinero por en medio y creemos de esta manera que no estamos engañando a nadie.

¿De verdad algo tan básico como un papel pintado de colores (el dinero) va a hacer que tu producto o servicio no tenga futuro y no se pueden beneficiar de él  otras personas?

Para acabar te repetiré lo que te he repetido ya en varias ocasiones: «vender es servir» y cuanto más vendas a más personas servirás. El dinero es simplemente lo que hemos consensuado entre todos en la sociedad actual para realizar estos intercambios donde la máxima para no sentirse mal vendiendo es el «ganar-ganar» es decir, yo gano y mi cliente gana (win-win)

Ah y desdramatiza la venta. Tanto si recibes un «no» como un «sí» a la hora de vender tu producto es solo parte del juego.