El fin último de cualquier ser humano es ser feliz y para serlo es imprescindible ser y sentirse libre pero ¿realmente somos libres? ¿hacemos lo que queremos dentro de nuestro marco de reglas de juego? ¿utilizamos bien el libre albedrío? Después de algunos años estudiando el comportamiento humano me aventuro a contestar negativamente a todas estas preguntas.

Cierto es que puede ser un error generalizar pero muchas personas han decido vivir esclavos de sus propias circunstancias, es decir, de su propio mundo. Nada tiene que ver la esclavitud de antaño con la de ahora ya que antes era una esclavitud forzosa y ahora es auto-impuesta e inconsciente. Lo cual, permítanme decirlo, es mucho más doloroso.

En primer lugar quiero llevarte a la reflexión más sincera y profunda posible para que te des cuenta de cuantas cosas, hoy por hoy, no te dejan ser libre como ser humano. Y de todas ellas quiero que anotes cuales son imaginaciones o ilusiones sin sentido alguno pero que están condicionando sutilmente tu presente condenando así tu futuro.

Lo grave, lo realmente grave de esta situación, es que hemos asumidos que somos libres sin serlo y asumimos como normal el vivir atrapados en estos miedo absurdos, la gran mayoría de ellos inventados por nosotros mismos, y que ya hemos integrado como una cosa normal, cotidiana o que viene de fábrica.

Si señor, has leído bien. Somos prisioneros de nuestros miedos, de nada más. Miedo a no ser querido, miedo a ser rechazado y miedo a no ser suficiente. Como ya me habrás leído u oído en más de una ocasión, el miedo no es real, es simplemente una ilusión mental que nos lleva a proyectarnos a futuro con una experiencia negativa, la mayoría de veces traída desde el pasado.

Entonces llegamos fácilmente a la conclusión  que vivimos presos de nuestras ilusiones. El trabajo, la hipoteca, la pareja, los hijos, incluso hemos llegado al absurdo de no poder dejar de postear ni un solo día en las redes sociales por miedo. ¿Realmente crees que son miedos fundados o son la mayoría de ellos fruto de pajas mentales de enorme magnitud y poco calado?

Tu tienes el poder último de decidir. Tenemos la gran fortuna y el enorme privilegio de contar con la última decisión. Así que te invito a que lo utilices correctamente para tu tan ansiada y merecida libertad. La libertad conduce inevitablemente a la felicidad. Un ser libre es un ser feliz.

Decide a partir de hoy como quieres vivir y como quieres que sea tu día a día. Define cual es tu propósito y vive acorde con el sin importarte nada más. Define como será tu caminar hacia ese propósito, es decir, tu visión de cómo quieres que sucedan las cosas. Y por último, ten claro cuales serán los valores que te acompañaran hacia este camino llamado libertad. Mientras los acontecimientos transcurran de manera ecológica y no dañes a nadie para alcanzar tu propósito, todo estará genial.

Vive en consecuencia con tu propósito, tu visión del mundo y de tu realidad y acorde también a tus valores. Alcanzar la felicidad en la mayoría de ocasiones es tan simple como esto. No dejes que el entorno te contamine y te llene de miedos tan absurdos como irreales. Los poderes que manejan este mundo saben perfectamente como hacernos vivir desde el miedo. Y así es imposible ser y sentirse libre. Solo hace falta encender cualquier televisor o abrir cualquier periódico.

Te invito a que hagas un juego muy divertido y que te ayudará a ser libre:

Haz un listado de las 5 cosas más importantes de tu vida. Insisto, las más importantes. Ahora ordénalas de mayor a menor importancia y a continuación todas, absolutamente todas las decisiones que tomes que sean para disfrutar al máximo de esas 5 cosas y a la máxima intensidad.

¿Sorprendido? Si, ¿verdad? Te sorprenderás si eres capaz de vivir de esta manera. Es realmente sencillo pero el miedo nos lo impide.

 

Se libre y se feliz.

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