De nada sirve tener la energía elevada en el momento incorrecto y de nada sirve tener las emociones elevadas en los momentos incorrectos.

No se trata solo de tener una gran energía y unas emociones positivas sino de activarlas en los momentos precisos.

Gestionar correctamente las emociones en los momentos de mayor dificultad es uno de los caminos más seguros hacia el éxito. De nada sirve ser optimista y positivo el 90% de tu tiempo si cuando vienen mal dadas y tu proyecto está en peligro te entran las dudas y te estás generando stress y ansiedad.

Tampoco nos servirá una energía elevada el 90% del tiempo si cuando llegan los momentos de máxima exigencia y donde debemos poner en marcha lo mejor de nosotros no tenemos las fuerzas ni la convicción necesarias.

Manejar nuestra energía para no agotarla absurdamente y gestionar correctamente nuestras emociones en los momentos adecuados es parte de el juego interior del éxito. Un juego que, no en vano, es el responsable de hacer fracasar antes de tiempo demasiados proyectos.

Muchos proyectos no fracasan por falta de conocimiento, ni por falta de recursos sino que fracasan por el mero hecho de que sus impulsores no han sabido gestionar sus energías ni sus emociones.

No es ningún drama «fracasar», de hecho yo no creo en el fracaso. Simplemente no analices solo factores externos cuando tengas que volver a empezar sino que prestes atención a tus factores internos.

Muy pocas personas dan menos importancia al juego interior que el mundo exterior y a los hechos que en el ocurren por eso no es casualidad que más del 80% de empresas cierren sus puertas antes del 3er año de vida.

#eljuegointeriordelexito #consciencia #emprendimiento

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