Ayer fue un día para recordar en mi historia personal y profesional. Ayer salía a la venta mi primer libro llamado “De Espectador a Protagonista”. Ayer sucedieron muchas cosas que quiero compartir contigo porque me han hecho reflexionar y creo que pueden aportarte valor.

Es común cuando leemos un libro de alguna persona de éxito, nos hacemos con un Best Seller o adquirimos algo de valor, caer en la tentación de pensar que tal o cual autor lo ha tenido sencillo y que, claro, como es una persona reconocida, le es muy fácil “publicar y besar el Santo”.

Es muy sencillo para casi la gran mayoría de personas caer en este razonamiento sencillo, pero lo bonito de este pensamiento es ver que se esconde debajo. Allí donde los ojos no alcanzan a ver. Me explico:

Pasamos fácilmente por alto que ese autor/a o cualquier otra persona de reconocido prestigio en su profesión un día empezó desde cero. La gran mayoría de autores a los que leo, ni siquiera empezaron siendo autores. Simplemente lo hicieron por compartir conocimientos y experiencias. Muchos, dicho sea de paso, lo hicieron sin esperar nada a cambio y en un momento de su vida donde más bien reinaba la escasez. Pensamos esto porque es nuestra mejor excusa para no arremangarse y pasar a la acción.

¿Porqué te dio esto? ¿Qué me lleva a esta reflexión?

Cuando me encontraba orgullosamente firmando los primeros ejemplares era común escuchar algunos comentarios que se iban repitiendo. Eran tipo: “Eres un crack, Gaspar”, “Es que eres la bomba”, “Debes estar orgulloso, con lo que cuesta escribir un libro”, “Ahora ya te puedes morir tranquilo” y muchos otros comentarios en esta línea.

Ahora quiero decirte: Ni soy un crack, ni la bomba, ni cuesta tanto escribir un libro. Pero si hay algo que sobresale por encima de cualquier cosa (menos mi familia) y es poder alcanzar un día mi Misión personal y profesional. Detrás de un libro o de cualquier gran logro no hay secretos ni hay magia. O si, según se mire.

Todos podemos escribir un libro, ser creadores de algo que cambie vidas como en su día fue Steve Jobs o podemos alcanzar cualquier gran logro. El tema esta en:

  • ¿Qué precio estás dispuesto a pagar por ello?
  • ¿Cuántas ganas reales tienes de ser quien quieres ser?
  • ¿Estás dispuesto a hacer lo que hay que hacer?

Aquí es donde está la gran diferencia entre los genios y los que se quedan en el camino. Ayer me cansé de explicar que no hay ningún tipo de secreto en escribir un libro ni en hacer cualquier otra gran acción. Simplemente hay que tener claras varias cosas:

  1. Saber a donde quieres llegar.
  2. Conocer tus dotes y tus talentos
  3.  Tener el compromiso necesario para hacer lo que haya que hacer.

He trabajado duro para que mi primer libro saliera a la luz. De hecho en la primera intentona mandé a la papelera de reciclaje todo el primer borrador cuando ya llevaba más del 80% del libro hecho.

Estudié como poder ordenar mejor mis ideas y publicar con más claridad. Invertí tiempo y dinero en aquello que no sabía hacer tan bien. Después me marqué una meta clara con una fecha de inicio y de fin y sellé mi compromiso para que cada día, pasara lo que pasara, mi libro tuviera dos capítulos más.

Claro que me gusta el deporte tanto como hace unos años, claro que me gustaría hacer lo mismo que hacía hace algún tiempo atrás, claro que sí. Pero en esta vida hay que priorizar. Y con “De Espectador a Protagonista” lo he tenido que hacer. Y tu, si quieres alcanzar grandes cosas, tendrás que pagar altos precios.

Tener foco, compromiso y claridad de ideas te lleva siempre a grandes resultados. Además, a buen seguro, de tener que salir de la zona de confort. Lo cual no tiene nada que ver con esforzarse o sacrificarse. Cuando uno siente pasión por lo que hace, ni se esfuerza ni se sacrifica.

Tengo un deseo irrefrenable de ser alguien importante para las personas que me rodeen. Mi Misión, inspirar, está cada vez más clara en mi mente y en mi corazón pero si esto no va acompañado de hacer lo actos que toca hacer para alcanzar lo que quiera alcanzar seré uno más de los soñadores ilusos que existen en nuestra sociedad.

Claro que quiero divertirme y exponerme menos, pero si quiero que mi libro y mi trabajo transforme muchas vidas tendré que hace lo que he hecho durante todo el santo día: arremangarme y ponerme a venderlo con todo el cariño y el amor del mundo.

Sin ir más lejos, ayer cuando empecé a enviar los primeros correos electrónicos y mensajes a las personas que pensaba que podrían desear un ejemplar recibí algunas respuestas que poco venían a cuento. ¿Y que? Quien tiene una meta clara debe de superar todas estas adversidades. Siempre digo que la envidia es la respuesta de los mediocres.

Insisto: todo depende del precio que estés dispuesto a pagar y si tu deseo de transformar vidas es real o es simple charlatanería.

Tu, al igual que yo y la mayoría de los seres humanos de este planeta, tenemos un potencial ilimitado por explotar pero en muchas ocasiones hacemos un mal uso de el. En demasiadas ocasiones, ni siquiera esto.

Te invito a que abandones las puñeteras excusas y vayas con toda tu fuerza a por tus sueños. Quema las putas naves y déjate ya de pamplinas porque si tu no lo haces, lo hará alguien por ti.

El mundo esta sobrado de quejicas y de envidiosos. Traba en silencio y que tus resultados hablen por ti. No hables tu demasiado para después dar que hablar.

Amigo/a: Te deseo lo mejor de ti.

Gaspar VeraAquí te dejo su enlace:
https://goo.gl/JNhyeJ

 

Leave a Reply