Querido amigo/a me vas a permitir que te haga unas cuantas preguntas y después te vas a permitir a ti mismo responderlas con total franqueza y honradez ¿Aceptas? Son preguntas muy sencillas pero que requieren de mucho auto-conocimiento previo para que te sirvan de palanca hacia una vida personal y profesional de éxito.

¿Quién eres?

 Siempre empiezo todos mis seminarios y conferencias con esta pregunta. Además, nuestro primer libro “De espectador a protagonista” empieza con esta pregunta.

Para mi, es tan fundamental su respuesta, que la antepongo a cualquier estrategia, táctica o recurso que puedas aprender de cualquier maestro o gurú. Para mi, sin duda alguna, es “la pregunta”.

 ¿Ya te respondiste? Si tu respuesta tiene algo que ver con tu nombre, con tu puesto de trabajo, con tu estatus, con tu desempeño profesional o con algo etéreo y/o ambiguo te invito a que revises la percepción que tienes hoy día de ti mismo.

No somos ni nuestro nombre, ni el lugar donde vivimos, ni nuestro lugar de trabajo, ni nuestra cuenta corriente, ni nuestros estatus familiar ni social. Somos mucho más que esto. Esto no son más que etiquetas que nos hemos puesto para enseñar a la sociedad parte de lo que “representamos”.

Somos seres con un potencial ilimitado, con un mundo interior lleno de vida y posibilidades y que, bien utilizado, nos va a permitir vivir una experiencia terrenal llena de abundancia, plenitud y felicidad.

Somos seres humanos y no hacedores humanos, ni tenedores humanos. Somos mucho más de lo que dice nuestra partida de nacimiento y de lo que está escrito en nuestra cuenta bancaria. Somos mucho más que nuestras posesiones físicas, familiares y sociales.

¿ Te das cuenta de todo ello? Identificarte con todo ello simplemente está limitando tu potencial como ser humano. Pensar que eres simplemente un nombre, un cargo, una parte de tu familia o de la sociedad es solo tener una visión muy reducida de lo que eres como ser humano y por consiguiente de aquello que eres capaz de ofrecer como el genio que estás llamado a ser.

Somos pura magia. Somos seres capaces de crear cosas de la nada y que, además, ya traemos de serie un potencial ilimitado. Somos seres creadores. Recuerda lo que dice la Ley de la Creación: “Todo se crea dos veces, la primera en la mente y la segunda en el plano de lo material”.

Así que a partir de hoy, cuando pienses en quien eres, piensa y siente en todo ese potencial del que dispones para responderte a la siguiente gran cuestión vital.

¿Qué has venido hacer a aquí?

 Cuando descubras quien eres y cual es todo tu potencial como ser humano debes plantearte para que estás aquí. El “para qué” es algo fundamental para el desarrollo de los seres humanos. Es el propósito final por el cual nuestra existencia cobra sentido.

Nuestro “para que” es el legado que hemos venido a dejar en esta tierra y para nuestros semejantes. Va mucho más allá de cualquier objetivo o ambición personal.

Nuestro camino hacia el éxito no se entiende sin encontrar un propósito en nuestra vida, un sentido de contribución, un legado. Debes descubrir cual es ese legado que has venido a dejar y con los que tendrás que trabajar codo a codo con esos dones y talentos con los que se te ha sido dotado.

Eres talento, eres potencial, eres luz pero debes poner todo eso al servicio de una causa para que puedas brillar con luz propia. Una vez que descubras quien eres y que haces aquí tendrás el camino hacia el éxito totalmente asegurado. Y esa es la tercera y definitiva cuestión.

¿Cuál es tu idea personal de éxito?

 Ahora que ya sabes quien eres y que haces aquí debes buscar tu recompensa. Debes activar todo ese potencial que tienes, ponerlo al servicio de tus semejantes pero también aprender a disfrutar y merecer la vida con la que siempre has soñado.

Siempre digo lo mismo: “Estamos aquí para mucho más que ir tirando”. Cuando uno es bien y hace el bien se merece tener bien.

Tienes que definir que es éxito para ti e ir en busca de él. Eres merecedor y por tanto debes sentirte como si ya fueras éxito. Es alarmante ver la cantidad de personas que han renunciado a vivir la vida de sus sueños o simplemente no se sienten merecedoras de vivir una vida plena y abundante. No cometas el mismo error.

Amigos y amigas, os aseguro que estas tres cuestiones pueden transformar tu vida. Ya se que pueden sonarte básicas y elementales pero “no es si ya lo sabes, es si lo aplicas”.

Una semana más…..te deseo lo mejor de ti.

Leave a Reply