Category

Cosnciencia

QUE COJONES ESTÁS CONTANDO

By Cosnciencia, Desarrollo Profesional 54 Comments

¿Sabes que muchas de las cosas que cuentas a los demás son cosas que te quieres decir a ti mismo y no te atreves? ¿Puede reconocer de una vez por todas que no te atreves a contarte la verdad? Admítelo, utilizas a los demás para verbalizar cosas que te dan pánico decírtelas a ti mismo.

¿Sabes? He descubierto con los años algo muy poderoso que trasciende cualquier disciplina de desarrollo personal que conozca y por supuesto, es más potente que cualquier herramienta que pueda ofrecerte.

¿Quieres saber que es? Redoble de tambor, máxima atención y allá va: Se honesto contigo mismo. Fíjate que en muchas ocasiones utilizamos a las demás personas para contarles cosas que no nos atrevemos a contarnos a nosotros mismos. Muchos de tus problemas o situaciones complicadas las verbalizas con las demás personas por el simple hecho de así no tener que asumir la responsabilidad.

Somos responsables únicos de todo cuanto nos sucede pero también somos responsablemente expertos en culpar a todos y a todo de nuestra situación. Cuando mantienes una conversación con una persona cercana y le cuentas tus problemas, toda la historia que le estás desarrollando es la historia que te tendrías que contar a ti y no te atreves. Una historia con personajes ficticios e inventados para no decirte a ti en donde te estás equivocando.

La honestidad con uno mismo es la piedra filosofal para llevar una vida higiénica mentalmente y espiritualmente en paz. Ser honesto contigo mismo te convierte en un ser vulnerable y cuando eres un ser vulnerable, ya me los has leído en más de una ocasión, eres libre porque no tienes que demostrar nada a nadie.

En cambio, cuando no eres honesto contigo mismo y te dedicas a contar una historia distorsionada por miedo a no asumir tu responsabilidad te estás convirtiendo, no solo en rehén de tus palabras, sino en prisionero de tu ego.

El ego es quien necesita reconocimiento y cuando uno es honesto consigo mismo y se sincera este virus llamado ego pierde mucho de su protagonismo. Por lo tanto te invito a que cada vez que hables con alguien y le expliques tus problemas, antes hables sinceramente contigo y pienses en lo que te ha llevado hasta aquí y como lo puedes hacer de una manera distinta para obtener resultados distintos.

Hablar con otros seres humanos desahoga pero puede ser un arma de doble filo y me explico:

Si hablas para justificar lo que te está ocurriendo está hablando tu ego e intentando demostrar la mala fortuna que tienes o las desgracias que se ciñen sobre ti. Como si tu para el mundo fueras tan importante. Espabila!!!!

O por el contrario puedes hablar con alguien sinceramente y utilizar a la personas como palanca de compromiso para compartir tu nuevo porvenir y decirles que cosas harás diferentes a partir de ahora para ser mejor ser humano, hacer mejor las cosas y obtener mejores resultados.

Ser honesto con uno mismo es una liberación. Ser responsable de tu presente, de tu pasado y de tu futuro es el camino más directo y placentero hacia la felicidad. No compartas penas con nadie más que no seas tu y cuando lo hagas que sea, no para fustigarte, sino para coger las riendas de tu vida y llevar tu barco a un nuevo puerto.

Es paradójico ver que en nuestra cultura occidental el bien más preciado es la libertad y como somos nosotros mismos que nos hacemos rehenes de nuestra historia personal. Hay algo que quiero decirte: todo pasa para bien. No hay nada que demostrar a nadie que no seas tu mismo. “No se trata de ser el mejor, sino lo mejor”.

No compitas, no quieras demostrar lo que no eres, no culpes a nadie de tus circunstancias, simplemente responsabilízate de todo cuanto sucede en tu vida. De esta manera cuando hables con alguien le demostraras algo que no es común y te hará diferente a la mayoría de seres humanos. Algo que genera confianza y empatía. Algo muy poderoso tanto para tu vida como para tus proyectos profesionales. Demostrarás honestidad.

 

Cuéntate verdad y el mundo estará a tus pies.

 

 

¿ERES UN ESCLAVO?

By Cosnciencia 55 Comments

El fin último de cualquier ser humano es ser feliz y para serlo es imprescindible ser y sentirse libre pero ¿realmente somos libres? ¿hacemos lo que queremos dentro de nuestro marco de reglas de juego? ¿utilizamos bien el libre albedrío? Después de algunos años estudiando el comportamiento humano me aventuro a contestar negativamente a todas estas preguntas.

Cierto es que puede ser un error generalizar pero muchas personas han decido vivir esclavos de sus propias circunstancias, es decir, de su propio mundo. Nada tiene que ver la esclavitud de antaño con la de ahora ya que antes era una esclavitud forzosa y ahora es auto-impuesta e inconsciente. Lo cual, permítanme decirlo, es mucho más doloroso.

En primer lugar quiero llevarte a la reflexión más sincera y profunda posible para que te des cuenta de cuantas cosas, hoy por hoy, no te dejan ser libre como ser humano. Y de todas ellas quiero que anotes cuales son imaginaciones o ilusiones sin sentido alguno pero que están condicionando sutilmente tu presente condenando así tu futuro.

Lo grave, lo realmente grave de esta situación, es que hemos asumidos que somos libres sin serlo y asumimos como normal el vivir atrapados en estos miedo absurdos, la gran mayoría de ellos inventados por nosotros mismos, y que ya hemos integrado como una cosa normal, cotidiana o que viene de fábrica.

Si señor, has leído bien. Somos prisioneros de nuestros miedos, de nada más. Miedo a no ser querido, miedo a ser rechazado y miedo a no ser suficiente. Como ya me habrás leído u oído en más de una ocasión, el miedo no es real, es simplemente una ilusión mental que nos lleva a proyectarnos a futuro con una experiencia negativa, la mayoría de veces traída desde el pasado.

Entonces llegamos fácilmente a la conclusión  que vivimos presos de nuestras ilusiones. El trabajo, la hipoteca, la pareja, los hijos, incluso hemos llegado al absurdo de no poder dejar de postear ni un solo día en las redes sociales por miedo. ¿Realmente crees que son miedos fundados o son la mayoría de ellos fruto de pajas mentales de enorme magnitud y poco calado?

Tu tienes el poder último de decidir. Tenemos la gran fortuna y el enorme privilegio de contar con la última decisión. Así que te invito a que lo utilices correctamente para tu tan ansiada y merecida libertad. La libertad conduce inevitablemente a la felicidad. Un ser libre es un ser feliz.

Decide a partir de hoy como quieres vivir y como quieres que sea tu día a día. Define cual es tu propósito y vive acorde con el sin importarte nada más. Define como será tu caminar hacia ese propósito, es decir, tu visión de cómo quieres que sucedan las cosas. Y por último, ten claro cuales serán los valores que te acompañaran hacia este camino llamado libertad. Mientras los acontecimientos transcurran de manera ecológica y no dañes a nadie para alcanzar tu propósito, todo estará genial.

Vive en consecuencia con tu propósito, tu visión del mundo y de tu realidad y acorde también a tus valores. Alcanzar la felicidad en la mayoría de ocasiones es tan simple como esto. No dejes que el entorno te contamine y te llene de miedos tan absurdos como irreales. Los poderes que manejan este mundo saben perfectamente como hacernos vivir desde el miedo. Y así es imposible ser y sentirse libre. Solo hace falta encender cualquier televisor o abrir cualquier periódico.

Te invito a que hagas un juego muy divertido y que te ayudará a ser libre:

Haz un listado de las 5 cosas más importantes de tu vida. Insisto, las más importantes. Ahora ordénalas de mayor a menor importancia y a continuación todas, absolutamente todas las decisiones que tomes que sean para disfrutar al máximo de esas 5 cosas y a la máxima intensidad.

¿Sorprendido? Si, ¿verdad? Te sorprenderás si eres capaz de vivir de esta manera. Es realmente sencillo pero el miedo nos lo impide.

 

Se libre y se feliz.

¿ NO TE DA VERGÜENZA?

By Cosnciencia 50 Comments

No hace muchos días una alumna me preguntaba con asombro: «¿No te da vergüenza contar todo lo que nos acabas de contar?». Y añadió: «Yo me moriría si tuviera que hacer lo mismo».

Desde hace ya unos años mi percepción de la realidad cambió radicalmente y con ello mi realidad personal. También, porque no decirlo, mis resultados en todas las facetas de la vida. Y hay algo que posiblemente sea lo más importante en todo este proceso y que hoy quiero compartir contigo por si puede ayudarte.

Contar lo que uno lleva dentro y que siempre ha necesitado sacar es una de los mejores y más bonitos actos de amor que uno puede hacerse a uno mismo. Son muchas las personas que llevan años con sentimientos y sensaciones reprimidas por pudor a contar situaciones que no serán aceptadas por la mayoría de la gente. Pero esto tiene trampa y por eso quiero explicarte y darte 3 razones por las cuales contar cualquier cosa que te inquiete e incomode.

La primera razón por la que compartir situaciones negativas de tu vida es porque todo lo que se queda dentro, al final, se acaba pudriendo. Y ya sabes que en una cesta llena de fruta, si alguna de ellas se pudre, tarde o temprano acabará pudriendo el cesto entero.

Contar aquello que deseas liberar y no lo has hecho hasta ahora por vergüenza es un acto heroico y jamás debes considerarlo  un acto de debilidad. Es precisamente todo lo contrario. En una sociedad donde todo el mundo intenta esconder sus vergüenzas nos damos cuenta que el stress y la ansiedad, sucedáneos del miedo ambos, son calificadas como las enfermedades de moda del siglo XXI.

 No contar las cosas por miedo solo nos hace escapar del lugar donde no queremos volver pero jamás nos acerca a aquel lugar donde hemos soñado estar y donde, dicho sea de paso, todos nos merecemos.

El segundo motivo es porque contar este tipo de cosas te hace vulnerable y ser vulnerable, como siempre digo y he podido experimentar, te hace libre. Ser vulnerable te aleja de tener que vivir de cara a la galería, con apariencia de persona que no eres y que tampoco debes ser. Además ser vulnerable te protege de todo aquel mediocre con voluntad de aprovecharse de tus circunstancias para poder coger el protagonismo. No hay que tener miedo alguno a la vulnerabilidad ya que es el pasaporte hacia la libertad. Una libertad, dicho sea de paso, tan ansiada como coartada por nosotros mismos en estés últimos tiempos.

Y tercer y último motivo pero no por ello menos importante. Lo que cuentes a los demás te darás cuenta que es lo que siempre te hubiera gustado contarte a ti para poderte liberar de ese peso. Así pues, con el simple hecho de exteriorizar y dejar salir tus emociones no solo te convertirás en alguien vulnerable y por tanto libre, sino que además adoptarás desde ese preciso momento el hábito de contarte la verdad. Contarse la verdad a uno mismo es una de las acciones de amor más bonitas que puede llevar a cabo cualquier ser humano.

Durante mucho tiempo he hecho daño a algunas personas, he sido incluso despectivo en algunas ocasiones, he debido dinero que también en ocasiones había malgastado.  He cometido errores y pasado por situaciones que me mantenían prisionero solo por guardar las apariencias y no perder ese falso estatus del que, a priori, quería disponer.

Vivir de cara a la galería no es vivir la vida que has venido a vivir sino vivir la vida que otros quieren que vivas y que tú has aceptado de buen grado. No malgastes este paso por este vida terrenal viviendo bajo los dictados de la sociedad. Vive tu vida, enorgullécete de todo y cuanto has superado, admite tus errores para ser cada día un mejor ser humano y se vulnerable, porque vulnerable viniste al mundo y vulnerable te irás de él.

Ya sé que no es tarea fácil y que ahora estarás pensando que esto o aquello jamás lo podrás contar. Tranquilo, es tu ego, que te está recordando que si lo haces perderás la aprobación del respetable. No te preocupes, al ego se le vence fácilmente cuando uno quiere dejar y dejarse un buen legado.

Ah, por cierto, esa alumno en ese mismo curso, hablo, se sinceró frente a todos sus compañeros, contó su historia personal y nunca más fue la misma.